Todos vivimos, trabajamos y jugamos en una cuenca hidrográfica. Usted puede ayudar a mantenerla limpia y sana aprendiendo sobre las aguas pluviales y poniendo de su parte para prevenir la contaminación.
Las actividades domésticas comunes pueden ser fuentes de contaminantes, que son recogidos por la lluvia y la nieve y arrastrados por los desagües pluviales hacia nuestros arroyos locales sin recibir tratamiento.