Una cuenca hidrográfica es una extensión de terreno donde todas las precipitaciones y los arroyos desembocan en un único punto. Las cuencas hidrográficas pueden ser extremadamente grandes y drenar el agua de numerosos estados, o pueden estar divididas en subcuencas más pequeñas que cubren solo unas pocas millas cuadradas. En la Cordillera frontal de Colorado, la mayor parte de nuestra agua se origina en forma de nieve en lo alto de las Montañas Rocosas. Parte de esta agua será desviada y almacenada para poder usarla en la agricultura, suministrar agua potable y para otros fines en lugar de viajar río abajo, pero nuestros arroyos y flujos de retorno se juntan en un solo punto donde nuestra cuenca termina y pasa a formar parte de una cuenca más grande.
La cuenca de Boulder St. Vrain abarca la mayor parte del Condado de Boulder, varios poblados del Condado de Weld, y pequeñas porciones de otros condados. Como el agua no fluye según las fronteras políticas, es importante que todos trabajemos juntos para proteger nuestra cuenca.
Todo el mundo vive en una cuenca hidrográfica. Puede ser difícil notarlo si no se vive cerca de una vía fluvial, pero el agua se mueve a través de arroyos, acequias y tuberías subterráneas por nuestras comunidades. A medida que el agua se desplaza río abajo, se ve afectada por las actividades humanas conforme pasa por ciudades, poblados y granjas.
La forma en que las comunidades aguas arriba traten el agua repercutirá en nuestro uso del agua, y la forma en que tratemos nuestra agua repercutirá en las comunidades aguas abajo. La basura y las aguas pluviales contaminadas de nuestro vecindario acabarán en el arroyo que las personas aguas abajo utilizan para pescar y nadar.
Para tener una comunidad sana, primero debemos tener una cuenca hidrográfica sana. Todos dependemos de nuestras cuencas para tener agua potable limpia, granjas productivas, una vida acuática próspera y lugares seguros para nadar, pescar y remar. Tenemos que mantener limpios nuestras vías fluviales para nuestra comunidad y para las comunidades que viven aguas abajo.
La contaminación por aguas pluviales se produce cuando la lluvia o la nieve derretida fluyen por las calles y recogen basura, aceite, suciedad y otros contaminantes en su recorrido. Estos contaminantes son arrastrados por el sistema de drenaje pluvial, que desagua directamente en nuestros arroyos y riachuelos locales sin ser tratados. El sistema de aguas pluviales difiere del sistema de aguas residuales, que lleva el agua de los desagües interiores de nuestras casas, oficinas y edificios, a las plantas de tratamiento de aguas residuales.